Hacer un remake no es tarea fácil y mucho menos si la cinta a elaborar resulta ser un clásico de los años 80 protagonizado por Kevin Bacon, pero en esta ocasión, el remake de la película, cuya trama trata la historia de un pueblo que después de un accidente prohíbe el baile y la música, resulta ser muy bien manejado y de hecho se siente fresco y moderno, adecuado para la época.
El encargado de llevar de nuevo a la pantalla grande esta historia es Craig Brewer y de la mano de los jóvenes protagonistas, Kenny Wormald, Julianne Hough, hacen de esta película algo realmente bueno, agradable y entretenido para el público, a decir verdad la película es muy recomendada, la trama es simple, pero muy divertida, las actuaciones sobresalientes, y aunque no son interpretaciones memorables, estos jóvenes, así como todo el demás elenco hacen un excelente trabajo y las secuencias musicales, son increíbles, la música y las coreografías están muy bien trabajadas.
Sin lugar a dudas, esta película cumple con su objetivo, y nos da un poco más, una película que no muchos sentían la necesidad de volver a hacer, pero que incluso sus protagonistas anteriores han hablado maravillas de ella, recomendada y mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario